Edición No. 7
Untak kuan mu merik keik (amar sin despreciar)
El bastón no tiene género, no es mujer ni hombre, es una fuerza de autoridad en sí misma que toda la comunidad reconoce. Y como no tiene género, quienes lo reciben le asignan uno,
el hombre que lo toma le dice “mi mujer”.
Mirar desde adentro para encontrar el camino
Reconocer los desafíos y las transformaciones que vivimos en nuestro territorios es también un ejercicio que se debe realizar en minga, esta es una invitación a iniciar diálogos de reflexiones mirándonos desde adentro.
Escuchar a quienes no han sido escuchados
En los territorios del norte del Cauca las personas con capacidades diversas se ven enfrentadas a múltiples dificultades y, en muchas ocasiones, han sido excluidas de la vida comunitaria por su condición. Con estas dos historias queremos contar las condiciones de vida por las que atraviesan estas personas, quienes piden a la comunidad, a las autoridades y a la organización ser escuchadas, para así generar una ruta que les permita una atención acorde a sus necesidades.
51 años de lucha y resistencia organizada