Por: Yenny Lucero Astaiza Quilindo – Luis Alejandro Vásquez Tenorio – Kevin Andrés Vásquez Narváez –  Jorge Andrés Vásquez Calambás – Pueblo Kokonuko.

El fuego ha sido considerado históricamente el centro de muchas culturas. En las comunidades indígenas y campesinas del Cauca al fogón se le denomina “Tulpa”. La tulpa es un espacio comunitario que se conserva hasta nuestros días, donde tienen lugar las armonizaciones y ofrendas a los espíritus de la naturaleza. En este trabajo los comunicadores del pueblo Kokonuko nos hablan de la importancia del fogón para su cultura.

Desde su descubrimiento, el fuego ha sido un elemento de suma importancia en la evolución del ser humano. Además de su utilidad para la cocción de alimentos, para calentar el hogar, o para el fundido de metales, numerosas culturas le rinden tributo, considerándolo el centro de espacios para la transmisión de conocimientos, lugar donde se orienta, se enseña y se ofrenda a los espíritus de la naturaleza. En Colombia, esta valoración del fogón es común entre los hermanos afrocolombianos, campesinos e indígenas. 

En el contexto indígena se concibe un conjunto de cuatro elementos vinculados a la naturaleza: fuego, aire, agua y tierra. La vida en los territorios depende de ellos, por lo que se deben proteger. En un viaje reciente de intercambio de experiencias con los hermanos indígenas Wayuu, aprendimos que ellos consideran el fogón como un elemento que los congrega a todos, forjando la unidad. La ausencia del fogón atrae el hambre. En la noche, después del entierro de un integrante de la comunidad, se enciende el fuego detrás del cementerio para que ilumine el camino mientras éste transita hacia el Jepirra (el otro mundo).

El fogón en las culturas del Cauca

"El fogón es desde tiempos remotos el confi dente de tristezas, alegrías, amores y desengaños”, Foto: Yenny L. Astaiza. 2021
«El fogón es desde tiempos remotos el confi dente de tristezas, alegrías, amores y desengaños”, Foto: Yenny L. Astaiza. 2021

En algunas comunidades indígenas y campesinas del Cauca al fogón se le denomina “Tulpa”. Tradicionalmente, allí se destacaban tres piedras cuyo significado son: padre, madre e hijo mayor. Estas piedras eran colocadas de forma triangular en el centro de la vivienda para calentar el entorno familiar, y servían como lugar de reunión, el encuentro y el diálogo, así como para el asado del choclo, las papas, los maduros y tantos otros alimentos. La tulpa era también un espacio comunitario –que se conserva hasta nuestros días– donde tienen lugar las armonizaciones y ofrendas a los espíritus de la naturaleza .

Lucélida Quilindo, integrante del proyecto de investigación Plan de Vida del resguardo indígena de Paletará (Pueblo Kokonuko), nos habla de los significados del fogón. “Para la comunidad paletareña es signo de unión familiar. Las mayoras y mayores lo utilizaban para cocinar los alimentos, calentar los niños pequeños –especialmente los recién nacidos– y el hogar en el tiempo de páramo, así como para ahuyentar los malos espíritus. También significa educación, ya que a su alrededor se sentaban los abuelos y abuelas, en horas de la noche después de comer, a contar historias a sus hijos y nietos en los diálogos familiares. Ahí se orientaban y se planeaban los quehaceres diarios. El fogón significa armonía y equilibrio. Por esta razón, los mayores lo encendían a la orilla o en el centro de la huerta para quemar las hierbas secas después de las cosechas. En el momento de la siembra, el humo armonizaba las acciones del hombre y la naturaleza –calor y frío, lo negativo y lo positivo, el saber y la ignorancia– y abrigaba la huerta para el buen germinar de las semillas”. 

Mientras atiza el fogón, Lucélida nos sigue compartiendo otros aportes. “Las mayoras y mayores de nuestro resguardo no utilizaban piedras para hacer el fogón, lo hacían con troncos de árboles que ya terminaban su ciclo de vida. Durante el tiempo frío de páramo, traían de la montaña dos troncos muy gruesos de Jigua, Aguacatillo o Piedro que prendían con astillas y mantenían encendido día y noche durante tres meses. Este fogón es desde tiempos remotos el confidente de tristezas, alegrías, amores y desengaños de los paletareños. Y cada rincón de él es sabiduría, por lo que servía también para enseñar las primeras letras a los niños y niñas que crecían felices al calor del hogar.

La compañera Lucelida hace un análisis y reflexión al terminar este conversatorio. “Hoy en día, el viejo fogón ha sido sustituido por las frías estufas de leña, gas o por hornillas cerradas para que el humo no dañe las casas. La vida moderna, la cercanía con la ciudad, la influencia de la salud occidental, el cambio de modelos educativos y muchos otros factores han afectado las tradiciones”. Por ello, concluye, “los jóvenes deberían ser educados para conocer la importancia y los significados del fogón, cuyos valores deberían ser conservados como parte de las tradiciones culturales de nuestras comunidades”.  

Experiencias frente al fogón

Sabedor ancestral Andrés Mapallo, durante ritual de armonización en el sitio sagrado Agua Hirviendo. Foto: Luis A. Vásquez. 2021
Sabedor ancestral Andrés Mapallo, durante ritual de armonización en el sitio sagrado Agua Hirviendo. Foto: Luis A. Vásquez. 2021

Desde el resguardo indígena de Paletará, Ronald Chalapú, dinamizador espiritual, comenta cómo a través de su experiencia se ha venido fomentando la tradición del fogón y los elementos importantes que nos da el fuego: como la inteligencia, el calor, la sabiduría y la orientación. “La idea es que se fortalezca el tema espiritual y el tema comunitario. Por eso, la posesión del nuevo coordinador de jóvenes se hizo en presencia del fuego. En Paletará fue el primer encuentro de jóvenes donde se encendió el fogón. Luego, a la hora de apagar el fuego, recogimos esas cenizas y las entregamos al resguardo de Puracé, donde tuvo lugar el segundo encuentro. Allí, con esas cenizas se encendió el fogón, y así mismo se va a encender en el próximo encuentro, que se va a realizar en Quintana. Y así sucesivamente, porque esto es un ciclo y lo que se quiere es que sea así mismo en todos los territorios del Pueblo Kokonuko. Por lo menos en Paletará y en Puracé ya es así, y el objetivo es hacer lo mismo en los diferentes territorios.

Los miembros del grupo de jóvenes “Juventud Milenaria”, del resguardo indígena de Kokonuko, se están articulando con cada uno de los programas para promover el fogón como elemento central en los espacios donde las autoridades y la comunidad toman decisiones importantes.

El sabedor ancestral Andrés Mapallo explica los significados del fogón para el resguardo indígena de Kokonuko. “Las piedras del fogón hacen alusión al volcán como Papá Señor, ya que él proporciona el agua en cada uno de los sitios; a Pozo Azul y Salinas como sitios sagrados; y a Agua Hirviendo, otro sitio sagrado del territorio.” En este sentido, continúa el sabedor, “en el andar de los recorridos territoriales el fogón ayuda a no perturbar los sitios sagrados que alberga nuestro resguardo. El fogón canaliza las energías que vamos acumulando y nos desarmonizan corporal y mentalmente”.

En el conversatorio con las semillas de vida, Fernando Charfuelán, autoridad del cabildo de Paletará, los orienta alrededor del fogón. “En el fogón encontramos tres piedras, cada una de ellas tiene un significado: una piedra los abuelos y los mayores que ya no están en la casa; la otra, los adultos, jóvenes, hermanos más grandecitos; y la otra, a los niños más pequeñitos. Por eso, el fogón es un espacio que recoge a los abuelos, a los papás y a los niños: una familia, por eso es sagrado. Es un espacio donde están los espíritus y se manifiestan. Cuando están tristes, el fogón se apaga. Cuando están alegres, el humo da vueltas. Nos sentamos alrededor del fuego porque eso hace que todos aprendamos lo mismo, con la misma energía”.   

El futuro de los espacios sagrados

“El fogón es un espacio donde están los espíritus y se manifiestan.” Fernando Charfuelán, foto: Jorge A. Vásquez, 2021.
“El fogón es un espacio donde están los espíritus y se manifiestan.” Fernando Charfuelán, foto: Jorge A. Vásquez, 2021.

El fogón debe seguir siendo un espacio sagrado donde confluyen la sabiduría, el aprendizaje y el compartir; un lugar que reúna a todos los miembros de la comunidad a su alrededor, para seguir contando sus historias, compartir alimentos, abrigar la casa. También, que siga siendo la conexión con los seres espirituales a través de los rituales, y que permanezca como un guía en el plano físico, y no tan sólo un espacio para quemar basura.

Con este objetivo, se debe fortalecer y promover su uso. Como dice nuestra compañera Yeni L. Astaiza, dinamizadora en el cuido de las semillas de vida, ”que se puedan transmitir los saberes alrededor del fogón, se abone con sabiduría ancestral, con la guía de los espíritus, y que florezcan los conocimientos y dones de nuestras semillas de vida.” 

La dinamizadora culmina compartiendo algunas reflexiones. “El futuro de las comunidades depende de nuestras semillas de identidad que se van forjando desde la familia. Es desde ahí que las nuevas generaciones conservarán los significados del fogón y se fortalecerá aún más al hacerlo parte de las diferentes dinámicas culturales, educativas y espirituales de la comunidad Paletareña y, en general, del Pueblo Kokonuko.

Los Kokonukos, al igual que otras culturas, le hemos dado al fogón la importancia y el arraigo ancestral que éste requiere. Esto se evidencia en la palabra de nuestros sabedores y en el aprendizaje de nuestras semillas de identidad. Lo consideramos un lugar sagrado que brinda el calor para la armonía familiar y comunitaria, un espacio que debemos proteger y atizar en cada uno de los territorios para que no se apague la unidad y se ilumine la dignidad de los pueblos.

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El fuego ha sido considerado históricamente el centro de muchas culturas. En las comunidades indígenas y campesinas del Cauca al fogón se le denomina “Tulpa”. La tulpa es un espacio comunitario que se conserva hasta nuestros días, donde tienen lugar las armonizaciones y ofrendas a los espíritus de la naturaleza. En este trabajo los comunicadores del pueblo Kokonuko nos hablan de la importancia del fogón para su cultura.
Producción: Yenny Lucero Astaiza Quilindo –  Luis Alejandro Vásquez Tenorio –  Kevin Andrés Vásquez Narváez –  Jorge Andrés Vásquez Calambás, Pueblo Kokonuko