Por: Gresia Milady Fernández
Historiadora
Pueblo Yanacona.

Miles de paredes en diferentes ciudades colombianas se llenaron de colores. Muchos de estos espacios urbanos fueron el telón de artistas, jóvenes, niños y adultos que plasmaron el descontento que sentía la ciudadanía de este país y que se reflejó en una de las movilizaciones más grandes del año 2021. En medio de este proceso, jóvenes Yanaconas que viven en la ciudad participaron de estas iniciativas cargadas de creatividad. 

En la actualidad el muralismo se ha consolidado como un medio comunicativo alternativo y muy utilizado durante las luchas sociales. Su espacio han sido las principales calles de las ciudades, donde a diario transitan miles de personas que ven los mensajes constantemente. Durante el paro nacional que tuvo lugar en Colombia, entre los meses de abril y mayo del 2021, fueron múltiples los escenarios que se llenaron de color y de mensajes alusivos a esta gran movilización. 

Ciudades como Bogotá, Cali y Popayán empezaron a ver en sus calles grandes murales creados por grupos de personas y, en especial, por jóvenes que se reunían y gestionaban los recursos necesarios para plasmar mensajes en torno a lo que estaba ocurriendo esos días. 

A estos espacios de creación se sumaron en el Cauca varios jóvenes de las comunidades indígenas yanaconas, quienes vieron una posibilidad de aportar al ejercicio de resistencia que se estaba gestando en el país. En diálogo con dos de los participantes activos en estos espacios de arte y comunicación, intentamos responder a la pregunta ¿Qué sentido tiene pintar sobre el espacio público? 

Uno de los jóvenes Yanaconas que participó en estos espacios de pintura, diálogo y reflexión fue Eider Yangana Palechor, artista plástico egresado de la Universidad del Cauca, y quien ha participado en diferentes talleres, exposiciones y creación de murales en Popayán y otras localidades del Cauca. 

Mural realizado en honor a jovenes asesinados en medio de las movilizaciones ciudadanas en el Paro Nacional, foto: Sara tejada, 2021
Mural realizado en honor a jóvenes asesinados en medio de las movilizaciones ciudadanas en el Paro Nacional, foto: Sara tejada, 2021

Para Eider la generación que nace a finales de los años noventa e inicios del 2000 tiene conciencia de la política de Estado propuesta por Álvaro Uribe acerca de la “seguridad democrática”. Fue la generación que vivió las masacres, el fortalecimiento de las fuerzas militares en contra de la población civil, la muerte de líderes sociales, y otras situaciones que han generado y fortalecido una respuesta decidida y valiente de parte de los jóvenes. A ello se suma la falta de oportunidades en el país, la precarización del trabajo, los pésimos salarios, el alza del precio de los servicios, etc. Todo esto, concluye Eider, motivó a las personas a salir a la calle a protestar a pesar de la pandemia del Covid-19.

Durante la movilización, la creación de espacios de participación por parte de los jóvenes originó la “reconfiguración del espacio público en lugares que transita a diario la gente, permitiendo dar diferentes lecturas, posibilitando reflexiones necesarias sobre el momento vivido”. Además, “lo peor que le puede pasar a un mural es que se ignore, porque el mural busca generar memoria en el espacio público”, señala el joven artista.

El muralismo es una intervención en el espacio público que integra al hablar con la gente su intención. Esta es una de las características que lo diferencian de otro tipo de expresiones artísticas, pues se trata de una reflexión a partir de la imagen y la estética propia de cada colectivo o artista que confronta al espectador en la propia calle. 

El muralismo es también una expresión que comparten los jóvenes indígenas yanaconas, que han encontrado en este tipo de intervenciones una forma de visibilizar los problemas que más los afectan. Laura Aguirre, socióloga egresada de la Universidad Javeriana de Bogotá, quién realizó una investigación sobre la Primera Minga Muralista de los Pueblos que se llevó a cabo en Toribío, Cauca, en el 2013, observó cómo el mural se ha configurado como una especie de memoria colectiva, que fortalece y genera una huella en la memoria de quienes se encuentran con este arte que aparece y desaparece en la cotidianidad.

Andrés Tintinago Gonzales, joven Yanacona, es actualmente el gobernador del Cabildo Indígena de Río Blanco. Residente en Popayán desde hace más de siete años, participa también en la movilización nacional, no solo desde su posición como autoridad indígena, sino como integrante de la organización campesina y urbana ORDEURCA, proceso que ha generado un camino lleno de aprendizajes y que durante la movilización articuló un trabajo comunitario con otras asociaciones que existen en el departamento. “Las diferentes organizaciones sociales siempre trabajamos en conjunto, porque venimos de territorios que están padeciendo las mismas dificultades”, explica Andrés.

La manifestación social a nivel nacional y, en este caso, la participación de los jóvenes, no sólo se concentró en cantar arengas en contra del gobierno y en caminar por las principales calles de la ciudad, también se manifestó a través del arte, la pintura y la olla comunitaria.

Andrés, como gobernador Yanacona y defensor de los derechos humanos, cree que la juventud ha tomado la batuta en la movilización frente al rechazo de políticas que van en contravía de los sectores vulnerables del país, los jóvenes estamos cansados y salimos a las calles”, enfatiza.  

En su rol como gobernador participó, en conjunto con el cabildo, en las multitudinarias marchas. Su participación fue pacífica, apoyando las ollas comunitarias que se ubicaban en diferentes lugares de la ciudad, aportando también en el muralismo –Andrés contribuyó con materiales e insumos para la realización de uno de los murales ubicado en el barrio Camilo Torres–  y trabajando en conjunto con las organizaciones campesinas que hicieron parte de estas concentraciones. También se apoyó como cabildo la celebración del Inti Raymi, en el sitio conocido como el “Pueblito patojo”, mostrando como “las expresiones propias se configuran como una forma de resistencia para dar a conocer a las comunidades indígenas presentes en la ciudad.  

Mural Barrio Pomona en Popayán realizado en medio del paro nacional en honor a las primeras líneas y participantes de las movilizaciones, Foto:Sara Tejada. 2021
Mural Barrio Pomona en Popayán realizado en medio del paro nacional en honor a las primeras líneas y participantes de las movilizaciones, Foto: Sara Tejada. 2021

Durante el paro nacional, la creación de los murales en el sector de Pomona, en la ciudad de Popayán, se organizó como un trabajo colectivo. Para ello se invitó a padres de familia, estudiantes universitarios y distintos vecinos del sector a que aportaran ideas para la elaboración de las imágenes que se iban a plasmar en estas calles. Asimismo, con la ayuda de algunos colectivos de artistas locales se consiguieron los materiales necesarios para darle mucho color a todo el espacio. 

Eider Yangana participó directamente en la elaboración de los murales de Pomona, aportando a los diferentes grupos de artistas y a la comunidad del barrio que estaba presente. Para Eider, estos espacios contribuyeron desde la calle a la reflexión acerca del paro nacional, evidenciando la necesidad de generar una participación que involucre diferentes expresiones artísticas para abordar todo lo que se estaba viviendo en ese momento.

Para hacer el boceto, que es como un borrador inicial de la imagen que se proyecta hacer,  se realizó un diálogo entre los artistas. Al final se determinó promover la dignificación de la memoria con el uso de imágenes que representarían al campesinado, a los indígenas, a los afros, etc. 

Los bocetos fueron tomando forma, y durante la realización se fueron acoplando más artistas y colectivos que iban identificando la lógica del proyecto, respetando el trabajo del otro, hasta que finalmente la obra fue completada. De esta manera se hizo la primera fase del mural en esta localidad. La segunda fase, que se pintó en el muro más largo de la calle del barrio, se produjo de forma consensuada a través del diálogo de varios colectivos. En este caso, su tamaño exigió un mayor acompañamiento, posibilitando también una mayor participación de colectivos artísticos y sociales. 

Para Eider, con estas acciones los jóvenes artistas pueden concebirse a sí mismos como sujetos políticos movilizados desde el arte: “sí se puede pintar sobre el espacio público, porque es un lugar propio de la ciudadanía que busca evidenciar la diversidad de imágenes que identifican a una comunidad que es multicultural”. Además, “es importante aclarar que el mural está sujeto a un constante cambio, y ello porque la obra está ligada a una transformación que es propia de la sociedad y la necesidad del momento”.

Es fascinante escuchar a Eider y a Andrés, y constatar cómo a través del arte los jóvenes Yanaconas participaron activamente junto a otras organizaciones sociales en las protestas que se activaron para acompañar el paro nacional de 2021, contribuyendo así a generar conciencia sobre las complejas situaciones políticas y sociales que afectan al Departamento del Cauca, así como al resto del país.

Multimedia

Mural del Barrio Camilo Torres Popayán, Audio de marchas en el Paro Nacional Colombia, Fotografía: Sara Tejada Audio: cortesía de Ácida Revista feminista. 2021
Mural del Barrio Pomona en la ciudad de Popayán, Audio de marchas en el Paro Nacional Colombia, Fotografía: Sara Tejada Audio: cortesía de Ácida, Revista feminista 2021
Mural del Barrio Pomona Popayán, Audio de marchas en el Paro Nacional Colombia, Fotografía: Sara Tejada, Audio: cortesía de Ácida Revista feminista 2021